El último rey del rock

Antes de nada explicar que comencé a escribir por las mismas razones que Ray Loriga y Joan Tubau: la muerte de un ser querido y para ordenarme. Por ello esta primera entrada que fue escrita el 20 de enero de 2015 va a dedicada a Javi. Sin ti no habría tenido el valor y esto no habría sido posible.


Le recuerdo como un joven en continua rebeldía, a pesar de los años, seguía transmitiendo esa fuerza que en otros se atenúa con el tiempo. Sin duda él era diferente. Poseía esa aura dyleniana de estrella del rock: esbelto, pelo negro rizoso, ojillos hundidos y brillantes, cara delgada y pitillo en la boca. Enfundado en eternas cazadoras de cuero como duro el frío de su Béjar natal. El festival de blues lo había amamantado desde crío, siempre supo de dónde venía y dónde quería llegar: llegado el momento dio el salto, tras la barra, en Salamanca, para costearse la universidad. En la sinopsis de su biopic le habrían etiquetado de “auténtico self-made man” aunque él sólo sentía la humildad del que viene con poco del pueblo y se gana el respeto de la ciudad. Mis padres todavía cuentan cuando le echó la bronca a un camarero por la forma en que abrió unos refrescos y se los sirvió en unos vasos estampados con sus huellas. Inconformista, apasionado y pacífico como su amado jazz, trabajador como aquellos capaces de crear, cuidar y levantar un bancal en su propio jardín. Aquellos rojos tomates: profundo sabor, sonriente rugosidad y frescura renovada verano tras verano, fueron su mejor autorretrato. Fue haciendo camino sin ahorrarse energía; no porque tuviera prisa sino que no entendía otra manera. Pasaron los años entonces un día decidió que ya estaba en paz, que no había mejor porvenir que lo ya recorrido; ahí termino su vida y comenzó su leyenda. Rara vez he visto tanta gente vacía. Vacía de vida, vacía de espíritu, vacía de razón, por una misma causa; solo sentimientos encontrados. Y es que, como cuando parte prematuramente una estrella de rock, nos deja un retazo de su vida capaz de guiar a toda su generación. Adiós Javi, hemos perdido al último rey del rock.